La otra epidemia del siglo XXI: ESTRÉS.

Cualquiera que observe que una luz roja se enciende en el tablero de su automóvil, con toda seguridad se detendría para ver de dónde viene el problema. Resulta paradójico entonces que cuando algunas señales de nuestro cuerpo como dolores, mal humor, contracturas, conductas disfuncionales, etc. nos aquejan no respondamos de la misma forma.

Mente y cuerpo: Lo psicosomático: La medicina del futuro será diferente, más humana, más comprensiva y concentrada en la relación mente-cuerpo. Los aspectos físicos y los espirituales se encuentran en paridad de importancia y así deben ser tratados. El hombre se relaciona con la realidad a través de su cuerpo, de su mente y de su espiritualidad.

Los desordenes psicosomáticos son aquellos en los que la mente desempeña un papel preponderante en su desarrollo. Ansiedad, nervios, inseguridad, temores, enojo, frustraciones entre otras perturbaciones emocionales, favoreciendo la aparición de enfermedades físicas.

PERCEPCIONES… CONDUCTAS Y HABITOS… SINTOMAS FISICOS Y PSICOLOGICOS… ENFERMEDAD…

Cuando interpretas la realidad, tienes  una percepción de ella. Luego, si es amenazante, se produce un cambio en las conductas y hábitos. Si fumas, lo harás en mayor cantidad, y así puedes aumentar la ingesta de comida por ansiedad, o tomar bebidas alcohólicas, etc. Acto seguido, llegan los síntomas físicos y psicológicos, donde puedes experimentar miedo, palpitaciones, dolores musculares, acidez gástrica, insomnio y tantas otras señales de un cuerpo padeciente. Por último, se deriva en la enfermedad, bajo dolencias varias.

Es sumamente importante el diagnostico precoz, la consulta psicológica y médica de cualquier alteración relacionada con el estrés para intervenir apropiadamente y cortar la cadena del  estrés. 

Eugenio Kaminski.

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